American History X


American History X
American History X es el nombre de unas clases «particulares» que el Director de la escuela se propone impartir a Danny para que este abandone las ideas racistas y neonazis que ha ido asumiendo de su hermano mayor Derek. El trabajo que Danny ha de escribir sirve de marco a la narración y hace que el realizador vaya pasando continuamente del color al blanco y negro (para las retrospectivas). El espectador asiste así a la transformación de Derek en el cabecilla de un grupo de cabezas rapadas, gracias a su capacidad de liderazgo, a su inteligencia y dotes de oratoria. Después de matar brutalmente a dos jóvenes de color, es condenado a tres años de prisión. Al salir, ha cambiado de ideas e intentará romper con su pasado.
El filme pretende salirse de los clichés; para hacerlo, su principal baza es la figura de Derek, no exenta de contradicciones, que Edward Norton, conocido hasta ahora por un papel completamente diferente, de niño bien, en Todos dicen: I Love You, interpreta con amplia variedad de registros –lo que le ha valido una candidatura al Oscar–. Sin embargo, American History X no acaba de sustraerse al estereotipo; así, cuando busca las razones que han llevado a Derek a odiar a las minorías da una respuesta banal: su padre ya era racista. Pero la mayor debilidad del filme radica en la historia de la redención de Derek: si bien su antiguo profesor de Literatura busca el diálogo con él y le proporciona argumentos –a través de libros–, ese enfoque queda sin desarrollar; no será el enfrentamiento de ideas lo que le haga comprender su equivocación, sino razones emotivas, más efectistas: el desengaño que le produce ver al jefe de los cabezas rapadas de la prisión traficando droga con el cabecilla de los chicanos, a quienes tanto desprecian, y el trato en la cárcel con un divertido negrito, que no solo le hace reír sino que también le protege; gracias a él saldrá de la prisión relativamente ileso. Kaye ha perdido así la oportunidad de tratar una cuestión de candente interés en un plano intelectual; se ha dejado llevar por lo melodramático, más hollywoodiano y taquillero. En este su primer largometraje, Tony Kaye recurre a un lenguaje visual muy realista, a veces con la coreografía propia del mundo publicitario del que procede –la escena del partido de baloncesto parece sacada de un anuncio de artículos deportivos–, con un lenguaje en ocasiones de cruda violencia y con alguna escena sexual explícita. J.G.

Director: Tony Kaye.
Intérpretes: Edward Norton, Edward Furlong, Stacy Keach y Beverly D’Angelo.
País: Estados Unidos.
Año: 1998.
Producción: New Line Cinema.
Distribución: Aurum.
Guión: David McKenna.
Fotografía: Tony Kaye.
Música: Anne Dudley.
Fecha de estreno en España: 19.III.99.
Duración: 118 minutos.
Género: Drama.
Público apropiado: Adultos.
Contenidos específicos: V+XDF.