Pi
Max, un joven matemático experto en informática, está convencido de que todo –el mundo, la naturaleza y el universo– obedece a una fórmula matemática, relacionada con el número pi~. Cuando su ordenador pronostica una baja repentina de la bolsa, no lo quiere creer, pero se convencerá al día siguiente. Desde entonces, se verá perseguido por una misteriosa empresa de inversiones; pero estos no son los únicos que van detrás de él: un grupo de judíos dedicados a estudios cabalísticos está convencido de que la sucesión de números que ha descubierto Max está relacionada con la Torá y con ritos judíos. Max acude a su viejo profesor, para quien esas 216 cifras no son nada nuevo...
El film –con el que Darren Aronofsky ganó el premio al mejor director en el Festival de Sundance de 1998– está rodado en blanco y negro, con un granulado deliberadamente grueso y unos viajes de cámara alucinantes, que ofrecen imágenes vertiginosas, surreales y en ocasiones oprimentes, como una pesadilla, y que subrayan la percepción limitada y enfermiza de Max, debida a un accidente que sufrió a los seis años de edad y que le hace sufrir ataques, al que se refiere una y otra vez la voz en off que reproduce las anotaciones de su diario. Como en Maria Shelley’s Frankenstein, el discípulo quiere ir más allá de su maestro: el profesor realizó experimentos «prohibidos» pero los abandonó antes de llegar demasiado lejos; como a Ícaro –a quien el profesor cita expresamente– o a Prometeo, ese desafío de los dioses le llevará al desastre. Con las matemáticas, tiene más bien poco que ver. J.G.
Director: Darren Aronofsky. Intérpretes: Sean Gullette, Mark Margolis, Ben Shenkman, Pamela Hart y Stephen Pearlman. País: Estados Unidos. Año: 1998. Producción: Harvest Film Works Truth & Soul y Plantain Films. Distribución: Filmax. Guión: Darren Aronofsky. Fotografía: Matthew Libatique. Música: Clint Mansell. Fecha de estreno en España: 3.XII.99. Duración: 86 minutos. Género: Ciencia-ficción. Público apropiado: Adultos. Contenidos específicos: V.