Vivir


Houzhe / Lifetimes
Ya es conocida en todo el mundo la principal y reciente filmografía de este director chino: Sorgo Rojo, Semilla de Crisantemo, La Linterna Roja, Qiu Ju, una mujer china. Es admirada también la calidad interpretrativa de su constante actriz, Gong Li. Ambos han obtenido los más importantes premios, esta vez justamente significativos de su buen arte: Gran Premio del Jurado y premio al mejor actor a Ge You en el último Festival de Cannes.
Como en tantos otros aciertos cinematográficos, en éste hay una novela de Yu Hua, además coguionista con Lu Wei. La solidez del relato, estructurado de manera tradicional, es una de las fuertes bazas de la película: la historia de una familia, en primer plano, que vive los grandes cambios sucedidos en China entre los años 40 y 60: la guerra civil que instaura el comunismo, el llamado Gran Salto Adelante de los 50, y la depuración y Revolución Cultural.
No es infrecuente que muchas películas naufraguen en su intento por abarcar en dos horas tantos años. No ocurre así en este caso. El director recurre, en los grandes y obligados saltos de tiempo, al sencillo y antiguo cartel explicativo: unas palabras que entran en pantalla y salen con la luz y el color y el ritmo de una buena escena, con la perfección de un actor. Así de simple y eficaz.
Como sin esfuerzo, música, fotografía, y las palabras en la boca y en los gestos de los actores, con la dirección de arte –hay un profundo estudio de los colores como signos–, van llevando al espectador a través de sucesos e ideas y sentimientos, se pasa por muy distintos ambientes y climas humanos. Con medida, armonía, sorpresa.
Hay poesía. La hay en la novela y en la dirección de Zhang Yimou: las marionetas y las sesiones de sombras chinescas son también suelo y trasfondo, hilo conductor, en el transcurrir de la historia familiar; lo son de modo evidente los sucesos políticos y de guerra en un sentido, y, en otro sentido, mayor, la presencia constante en la familia de las leves y bellas marionetas adquiere valor de símbolo, son una bandera de permanencia cultural, moral, de libertad del hombre, de apertura a lo eterno.
Como en todas las obras tocadas con la gracia de lo clásico, hay drama y comedia, hay dolor y humor y ternura, y hay esperanza: ¡vivir!, y no sólo físicamente. Vencer.
Todo esto, que puede parecer exquisitez minoritaria, no lo es: muy probablemente la película será aceptada y valorada por el gran público, por su claridad y sencillez, por la fuerza de la historia, permanente y universal por verdaderamente humana. P.A.U.

Director: Zhang Yimou.
Intérpretes: Ge You (Fugui), Gong Li (Jiazhen), Guo Tao (Chunsheng), Ni Da Hong (Long’er), Niu Ben (Jefe del pueblo), Guo Tao (Chunsheng), Jiang Wu (Er Xi), Liu Tan Chi (Fengxia de mayor), Zhang Lu (Fengxia de joven), Xiao Cong (Fengxia de niña), Dong Fei (Youqing), Huang Zhongle (Padre de Fugui). Liu Yanjing (Madre de Fugui), Li Lianyi (Lao Quan), Zhao Yuxiu (Dr. Wang), Zhan Kang (Little Bun). País: Hong Kong.
Año: 1994.
Producción: Chiu Fusheng, para Era Internacional y Shanghai Film Studios.
Argumento: Basado en la novela homónima de Yu Hua.
Guión: Yu Hua y Lu Wei.
Música: Zhao Jiping.
Fotografía: Lu Yue.
Dirección artística: Cao Jiuping. 
Montaje: Du Yuan.
Estreno en Madrid: 25-XI-94 (Ideal).
Distribuidora cine: Golem.
Duración: 125 minutos.
Género: Drama.
Premios principales: Gran Premio del Jurado y Premio al mejor actor (Ge You) en el Festival de Cannes 1994.
Público apropiado: Jóvenes.
Contenidos específicos: –.