
VINCERE
Dirección: Marco Bellochio
Guión: Marco Bellochio y Daniela Ceselli
Reparto: Giovanna Mezzogiorno, Fillipo Timi, Corrado Invernizzi, Michela Cescon, Fausto Russo Alesi
Fotografía: Daniele Ciprì
Montaje: Francesca Calvelli
Música: Carlo Crivelli
Arte: Marco Dentici
Productores: Mario Gianani
Productores ejecutivos: Olivia Sleiter
Productora: Offside, Celluloid Dreams, Instituto Luce
La última película de Marcho Beloccio, “Vincere”, es una conmovedora película que no sólo habla del pasado, sino también del presente italiano utilizando a Benito Mussolini para arremeter contra Silvio Berlusconi.
En los tiempos en los que todavía es socialista, Benito Mussolini (Filippo Timi), lanza una amenaza a Dios en la que le reta a destruirle,a fulminarle, a hacerle desaparecer. Tras cinco minutos de espera, al no cumplir Dios el reto, Mussolini dictamina que “Dios no existe”. Ida Dalser (Giovanna Mezzogiorno) lo dará todo por Benito, el dinero con el que poder comprar el periódico que le abre las puertas del poder, un hijo y su vida si hubiera hecho falta. Sin embargo, Benito Mussolini le devuelve desprecio y la confina a vivir en un manicomio.
Lo que Dios no consigue en cinco minutos, lo consigue Marco Bellocchio en ciento veinte, a través de un intenso drama centrado en la figura de Ida Dalser, y que representa lo que Mussolini hiciera realmente a los italianos, confinarles a vivir un período de oscuridad y locura. Si en un principio pudiera parecer que el título alude a uno de los famosos discursos del duche, finalmente, se revela que quien vence no es Mussolini, sino todos aquellos que le sobreviven y le erradican de la faz de la tierra, destruyendo todo vestigio de su paso por al Tierra, como él pide a Dios en la primera secuencia.
El discurso de marco Bellocchio está inteligentemente construido en torno a Ida Danser, auténtica protagonista de la película e interpretada soberbia y magistralmente por Giovanna Mezzogiorno, auténtica y verdadera protagonista de la película, a través de la que profundizaremos en las miserias de Mussolini, de la misma manera que nos enteraremos por la prensa de su escalada política y social. Una escalada llena de contradicciones —-justificadas por un sencillo “he cambiado de opinión“—- en la que comienza con un peldaño en el socialismo, para continuar a rebufo del rey, para emerger finalmente como el “salvador” de Italia. Pareciera que la historia de Italia y España fueran, no primas hermanas, sino hermanas gemelas, siendo la iglesia una piedra angular en la que se apoyara la dictadura del dictador, quien asegura que “cada vez que veo un cura siento la necesidad de lavarme las manos”, evidenciando así su sentimiento de culpabilidad.