El junco (Tatarak)

Una mujer narra la agonía del hombre de su vida, mientras interpreta una película de Andrzej Wajda que cuenta la historia de una mujer a quien su esposo -médico- no se atreve a confesar que está en fase terminal, sufriendo él mismo de su silencio voluntario, mientras ella recuerda a sus hijos muertos, cuando llega la última primavera, en una pequeña ciudad de provincias, a la orilla de un río majestuoso, en cuyas aguas se ahoga por accidente un joven de veintidós años en quién la mujer que agoniza había creído descubrir no solo a uno de sus hijos…

La mujer que narra la agonía del hombre de su vida también fotografía sus últimos meses, semanas, días de vida; como Andrzej Wajda se filma así mismo fotografiando la muerte por asfixia -ahogado, arrastrado, perdido en la oscuridad del fondo del río- del hombre joven de veintidós años que la mujer recogerá en sus brazos, como una madona del Cuatrocientos italiano, llorando al crucificado yerto y pálido, descendido de la cruz.

Marta (Krystyna Janda), una mujer de mediana edad casada con el médico local, busca la felicidad en los brazos de un hombre mucho más joven, Boguś (Pawel Szajda). Marta y Boguś disfrutan de una relación tan inocente y fresca como el olor de los juncos del río en el que nadan en su primera cita. Pero cuando todo parece ir bien, Boguś se ahoga intentando coger un junco para Marta.

Dirección: Andrzej Wajda.

País: Polonia.
Año: 2008.
Duración: 85 min.
Género: Drama.
Interpretación: Krystyna Janda (Marta), Pawel Szajda (Boguś), Jan Englert (doctor), Jadwiga Jankowska-Cieślak, Julia Pietrucha (Halinka), Roma Gasiorowska, Krzysztof Skonieczny, Pawel Tomaszewski, Marcin Luczak, Michal Kasprzak, Marcin Korcz.
Guión: Andrzej Wajda; basado en el relato de Jaroslaw Iwaszkiewicz.
Producción: Michal Kwiecinski.
Música: Pawel Mykietyn.
Fotografía:
Pawel Edelman.
Montaje: Milenia Fiedler.
Dirección artística: Magdalena Dipont.
Vestuario: Magdalena Biedrzycka.